Alimentos recomendados para aftas y llagas.

Una alimentación adecuada es fundamental no solo para mantener un buen estado de salud general, sino también para cuidar la salud bucal y prevenir la aparición de aftas y llagas. A continuación, compartimos algunas recomendaciones clave:

Alimentos que ayudan a fortalecer las defensas bucales:

  • Frutas ricas en vitamina C, como los cítricos, la frutilla y el kiwi, refuerzan el sistema inmunológico y favorecen la cicatrización de los tejidos.

  • Verduras de hoja verde, como la espinaca, la acelga y el brócoli, son fuente de vitaminas y minerales que benefician la mucosa bucal, ya que contribuyen a la regeneración celular, al mantenimiento de tejidos sanos y a la defensa frente a infecciones.

  • Alimentos ricos en hierro y ácido fólico, como las legumbres, las carnes magras, los huevos y los frutos secos, ayudan a prevenir aftas y llagas al favorecer el transporte de oxígeno y la regeneración celular, fortaleciendo así la salud de los tejidos bucales.

  • Yogures y probióticos, como el yogur natural y los alimentos fermentados, equilibran la flora bucal y digestiva, favoreciendo el crecimiento de bacterias beneficiosas que fortalecen las defensas naturales y contribuyen a un mejor estado inmunológico.

Alimentos que se recomiendan evitar cuando tienes aftas y llagas:

  • Alimentos muy ácidos, como los cítricos, el ananá, el tomate o el vinagre, pueden irritar la mucosa bucal, ya que su bajo pH debilita la capa protectora de los tejidos y favorece la aparición de pequeñas lesiones.

  • Alimentos picantes o con condimentos fuertes pueden agravar las lesiones o retrasar su cicatrización, ya que aumentan la inflamación al estimular la circulación sanguínea en la zona afectada, lo que incrementa el dolor y la irritación.

  • Alimentos duros o con bordes filosos, como el pan tostado, los frutos secos sin pelar o los snacks muy crujientes, pueden dañar la mucosa bucal al raspar o cortar los tejidos, dificultando su recuperación y favoreciendo la aparición de nuevas lesiones.

  • Bebidas alcohólicas o muy calientes pueden irritar las heridas bucales y dificultar su curación, ya que el alcohol deshidrata los tejidos y las altas temperaturas incrementan la inflamación, retrasando el proceso natural de cicatrización.

Lo que comemos tiene un impacto mucho mayor del que imaginamos en la salud de nuestra boca. Optar por una alimentación equilibrada, que incluya frutas, verduras, proteínas y alimentos ricos en vitaminas, no solo ayuda a prevenir la aparición de aftas y llagas, sino que también favorece su cicatrización. Recordá que cada alimento tiene el poder de darle a tu boca el cuidado que se merece.

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