El herpes labial es una infección viral que frecuentemente se activa cuando el sistema inmune está debilitado o durante períodos de estrés. Mantener una buena alimentación puede ser una gran aliada para controlar el virus y prevenir la aparición de nuevas lesiones.
Alimentos recomendados para incluir en la dieta diaria.
Una alimentación equilibrada, rica en vitaminas y minerales, es esencial para fortalecer las defensas naturales del organismo. Algunos nutrientes, en particular, juegan un papel destacado:
Lisina: Es un aminoácido esencial conocido por su posible efecto preventivo en los brotes de herpes labial. Este nutriente ayuda a inhibir la acción de la arginina, otro aminoácido que favorece la replicación del virus del herpes, lo que puede reducir la frecuencia y la gravedad de los brotes. Incluir alimentos ricos en lisina en tu dieta diaria puede ser clave para fortalecer las defensas naturales del organismo. Algunos alimentos ricos en lisina son:
- Leche, yogur y quesos.
- Pollo, pescado y carne vacuna.
- Legumbres y huevos.
Vitaminas antioxidantes: Las vitaminas A, C y E son esenciales para reforzar el sistema inmunológico y prevenir la aparición de nuevas lesiones. Estas vitaminas protegen las células del daño oxidativo y favorecen la recuperación del organismo. Algunos alimentos ricos en estas vitaminas son:
- Batatas, espinaca y zanahorias (ricas en vitamina A).
- Cítricos, frutillas y kiwis (ricos en vitamina C).
- Acelga, brócoli y pimientos (ricos en vitamina C).
- Almendras, paltas y semillas de girasol (ricas en vitamina E).
Alimentos que conviene reducir o limitar en la dieta diaria.
Así como hay alimentos beneficiosos, algunos pueden actuar como disparadores de brotes o dificultar la recuperación:
- Chocolate y frutos secos en exceso: Contienen arginina, un aminoácido que, en algunas personas, favorece la replicación del virus.
- Alimentos ultraprocesados, muy azucarados o con alto contenido de grasas saturadas: Debilitan las defensas y favorecen la aparición de un brote.
- Bebidas alcohólicas y energéticas: Pueden favorecer la deshidratación y reducir la respuesta inmune.
- Comidas muy saladas o ácidas: Si hay lesiones activas, pueden generar mayor irritación o molestia.
Aunque la infección por el virus del herpes labial no tiene cura definitiva, adoptar una alimentación saludable y equilibrada puede marcar una gran diferencia en la frecuencia y duración de los brotes. Incluir alimentos ricos en lisina y antioxidantes, y evitar aquellos que debilitan las defensas o irritan la piel, es una forma sencilla y efectiva de cuidar tu salud desde adentro hacia afuera.